Ay...De Nuevo! Cómo mantenerse activo a los 40 años sin quebrarse la cadera
- Hillary Huyghue-Matias
- 25 nov 2024
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 18 abr

Diseñado por Freepik
Hay un tipo de traición que ocurre después de los 40. Tu cuerpo, que un tiempo era tu compañero silencioso en todas tus aventuras, de repente se transforma en un enemigo feroz y vocal. Si aún no has aceptado la inevitable realidad de que tu cuerpo está cambiando y crees que todavía puedes bloquear, brincar y batear como lo hacías a los 25, es posible que te despiertes de un brusco y doloroso sueño hecho realidad.
Un día, decides compartir retratos de tus días juveniles cuando jugabas voleibol con un grupo de jóvenes de veintitantos años llenos de energía. Ellos te invitan a jugar un partido un domingo por la tarde. Llega el día del partido y piensas, ¿por qué no? Después de todo, no estás entrenando para participar en los Juegos Olímpicos, solo es un juego amistoso, ¿verdad? Consigues golpear algunas pelotas e incluso te acuerdas de algunos movimientos que aprendiste en la escuela secundaria. Hasta tú misma te sorprendes de tu habilidad y piensas, les voy a enseñar a estos jóvenes cómo se juega.
De repente, un deportista de veintitantos años del equipo contrario lanza la pelota, que vuela tan alto que el sol te ciega si intentas mirarla directamente. La pelota se dirige hacia ti. Esta es tu oportunidad de demostrarles a estos jóvenes jugadores que todavía tienes talento. El hecho de que un extraño pueda confundirte con el chaperón del equipo en lugar de un jugador no te molesta. La adrenalina comienza a correr por tus venas y saltas, a lo que parecen ser 59 pies de altura (18 metros) con la intención de rematar la pelota. Entonces sucede algo inesperado. En lo que parece una escena de una película de segunda oportunidad en la vida, pareces salir de ti mismo y ver cómo se desarrolla la escena a cámara lenta ante tus ojos. Sientes que estás volando encima de un dron, como el Duende Verde en la escena de lucha final de la primera película de Spider-Man, y ahora tienes una vista aérea de tu vida mientras se desarrolla. En realidad, solo saltaste 5 pulgadas por encima del suelo, pero, como no puedes jugar con la gravedad, es demasiado tarde para volver atrás en el tiempo. Desafortunadamente, no le das a la pelota y, peor aun, te caes al suelo. Tu espalda, rompiendo su silencio, declara firmemente: "Ya se acabó el juego".

Foto de: Kaboompics.com
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La triste realidad es que la mente puede sentirse joven, pero el cuerpo no siempre está de acuerdo. Entonces, ¿eso significa que deberías cambiar tus tenis por unas zapatillas ortopédicas? ¡Por supuesto que no! Como todos sabemos, mantenerse activo a medida que envejecemos es clave para envejecer con gracia y evitar fracturarse la cadera porque intentaste amarrarte los cordones. Con eso en mente, aquí hay tres consejos para mantenerse activo que no requerirán una visita a la emergencia ya que pensabas que podías dunquear la pelota como lo hacia Michael Jordan (aunque no pudieras hacerlo cuando eras joven).
1. Encuentra tu ritmo de ejercicio de bajo impacto
Lo entiendo perfectamente: ¡las actividades que requieren mucha energía son emocionantes! Pero la realidad es que es posible que nuestro cuerpo no aguante los mismos saltos y brincos que hacíamos a los 20 años. En lugar de eso, busca alternativas que le proporcionen un entrenamiento sólido sin riesgo de lesiones.
¿Has pensado en probar actividades como nadar, andar en bicicleta o incluso caminar a paso rápido? Por ejemplo, nadar puede quemar alrededor de 400 calorías por hora, además de ser suave para las articulaciones y evitar que las rodillas te griten después. Andar en bicicleta puede proporcionar un excelente ejercicio cardiovascular y mejorar tu salud cardiovascular. Imagínate que estes dando un paseo en bicicleta de 30 minutos, con el pelo suelto volando en el viento, el corazón palpitando fuerte quemando calorías y llenándote de energía juvenil.
El hecho de que seas mayor que la página de Google no significa que tengas que renunciar a tus deportes favoritos. Puedes seguir divirtiéndote jugando al voleibol sin sentir la necesidad para rematar la pelota. O puedes sudar la gota gorda jugando al baloncesto sin intentar hacer un dunqueo. Recuerda, hay mucha vida por delante y no tienes que demostrar nada.

Fotografía del equipo EVELO
2. Un compañero de ejercicio: el motor de la motivación
Seamos realistas: mantenerse motivado es tan difícil como preparar una bandeja de galletas y decir que comerás solo una. ¡Aquí tienes a un compañero de entrenamiento! Tu arma secreta para mantenerte responsable y divertirte al mismo tiempo. Las investigaciones indican que hacer ejercicio con un compañero puede aumentar tu compromiso con una rutina de ejercicios hasta en un 70 %. Encuentra a alguien que también quiera evitar que el cuerpo termine sonando como una orchestra de Mariachi—"¡ay, ay, ay, ay!" e invítalo a unirse a tu viaje de entrenamiento.
Llevar a un amigo no solo te ayuda a mantenerte concentrado, sino que también agrega diversión y risas a tus sesiones de ejercicio. Por ejemplo, un excelente deporte de bajo impacto para probar juntos es el pickleball. Es una combinación de tenis, bádminton y ping-pong, que se juega en una cancha más pequeña con una raqueta pequeña y una pelota de plástico liviana. Es suave para las articulaciones, tiene una intensidad moderada y es perfecto para grupos con niveles de habilidad variada. Compartir las risas (y los contratiempos) con alguien definitivamente hace que la experiencia sea más agradable.

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3. Escucha a tu cuerpo (antes de que empiece a gritar)
Si has logrado mantenerte libre de lesiones a los 40, ¡felicidades! Pero es hora de aceptar una amarga verdad: con el tiempo, tu cuerpo comenzará a hablar. Presta atención a esos pequeños dolores y molestias. Ignorarlos podría llevarte a problemas mayores en el futuro.
Una excelente manera de aumentar la flexibilidad y reducir las probabilidades de lesionarse es agregar algunos ejercicios de estiramiento y movilidad a su rutina. Los estudios muestran que los estiramientos regulares pueden mejorar la flexibilidad hasta en un 15 %. Esto puede significar la diferencia entre inscribirse en una carrera de 5 km y terminar haciendo una carrera de 5 km desde una camilla en la sala de emergencias.
Intenta modificar también tu estrategia de entrenamiento. En lugar de levantar pesas pesadas con menos repeticiones, intenta usar pesas más livianas con más repeticiones. Este método te ayuda a desarrollar fuerza sin el riesgo de esforzarte demasiado. Es similar a afinar un instrumento: intenta crear música armoniosa, no hacer que tus articulaciones suenen como palomitas de maíz explotándose en la estufa.
Mantenerse activo sin quebrar nada
Para mis compañeros de 40 y pico, esta es la conclusión: aunque es divertido recordar nuestros días de gloria de los 20 y algo, debemos ser realistas sobre las limitaciones de nuestro cuerpo. Mantente activo buscando actividades de bajo impacto, contratando a un compañero de entrenamiento para motivarte y estando atento a las señales de tu cuerpo. Y si bien es importante divertirse, también lo es cuidar nuestro cuerpo para evitar estar confinados en el sofá, tomando pastillas antiinflamatorias como si fueran caramelos y viendo Netflix sin parar porque llevamos a nuestro cuerpo más allá de sus límites.
¡Ya! ¡Vamos arriba con un estilo de vida vibrante y activo… y sin huesos rotos!
¿Qué haces para mantenerte activo? ¡Nos vemos en la cancha... o mejor aún, en el próximo post!
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